martes, 12 de junio de 2012

Tesis de Junio (Respuesta al Comité Spinozista)


Tesis de Junio 
(Respuesta al Comité Spinozista)

"Pueden darse situaciones en las que los intereses de la humanidad tengan que ceder su prioridad a los intereses de clase del proletariado". Lenin




Resulta inquietante que el comité spinozista se haya molestado y sentido tan ultrajado a raíz de un exabrupto mío en un estado de facebook, ni siquiera era una nota formal en dicha red social, mucho menos un artículo publicado en internet. En mis exabruptos personales me puedo permitir violar las formas más elementales del debate político por eso mismo, porque no se trata de un debate formal sino de mi estado de facebook y lógicamente hay días en los que me despierto con el pie derecho, días en los que he dormido poco o días en los que hasta los cordones de las bambas parece que estén vivos, como diría Mucho Muchacho. Por todo ello resulta absurdo otorgar a un simple estado de facebook el valor de un artículo u opinión meditada, por lo visto algunos conseguimos enervar los ánimos del personal hasta límites insospechados con una simple pataleta: temblad ahora que es de forma meditada y guardando las formas.


II
Pese a lo arisco y poco cuidado de las formas —de las que me retracto públicamente y pido disculpas si ofendieron a alguien— me reafirmo en el contenido del citado estado de facebook de manera clara y contundente: el comunicado del Grupo de Trabajo de Medio Ambiente de AcampadaSol se encontraba completamente fuera de lugar y no es lo que se espera de gente que vía 15M, hicieron de la solidaridad, bandera.


III
Gracias a mi exabrupto en facebook, el comunicado de Medio Ambiente de Sol trascendió y la indignación (si se me permite el hiriente símil) corrió como la pólvora e inmediatamente desde distintos puntos de la geografía española varios colectivos y grupos vinculados al 15M se desmarcaban del citado comunicado. Especialmente notable, combativa y cargada de razones fue la respuesta del 15M Oviedo. Cabría preguntarse si sin la aparición de mi exabrupto, el Comité Spizonista se hubiera molestado en corregir y criticar el comunicado de Medio Ambiente de Sol, nunca lo sabremos pero me da en la nariz que no: pareciere que todo lo proveniente del 15M en cualquiera de sus formas se encuentre exento de crítica, y es curioso que se acuse de estalinista (hay gente que si no utilizara este término en un debate implosionaría sobre sí misma) a quien critica e intenta abrir brecha en ese discurso que, barnizado de una capa de supuesta horizontalidad, en realidad es profundamente unidimensional. Probablemente sin la irrupción del exabrupto, el famoso comunicado verde se hubiera acomodado a placer en el imaginario colectivo del 15M y de alguna manera hubiera seguido alimentando esa cultura amorfa (hija del discurso mediático: protestad pero sed buenos y cívicos) que tiene viciado y maniatado al movimiento desde sus inicios.


IV
Soy un ecologista convencido. A mis (muy bien llevados por cierto) 33 años, todavía no ha llegado el día en el que conduzca un coche, una moto o algún otro artefacto del demonio que consuma combustible, ni si quiera tengo el carnet de conducir y siempre me he desplazado en bicicleta o en transporte público, pese a ello he conseguido ver mucho mundo. Hasta tengo un huertecito e incluso cuando voy al campo, pese a ser un acérrimo integrante de lo que algunos consideran la izquierda fordista o folk, abrazo un árbol y me siento maravillosamente bien. A mí también me parece «adecuada la exigencia del fomento de las energías renovables» pero en política hay que saber medir los tiempos y cuando padres de familia se encuentran recibiendo pelotazos de goma y botes de humo, no es el momento idóneo para salir por bulerías. La cuestión ecológica está grabada en el ADN del 15M y puede volver a salir a relucir y a debatirse una vez solucionado el conflicto. Obviamente existen prioridades a corto plazo, el pan de muchas familias está en juego.


V
El Comité Spinozista rastrea en facebook en busca de comentarios pero parece no afectarle que algunos miembros anónimos del 15M pusieran el grito en el cielo por la quema de neumáticos ya que claro, el caucho en llamas contamina enormemente. ¿Sobrevivirá la Pachamama a las protestas mineras? pero de eso evidentemente el Comité Spinozista no tiene la culpa ya que está formado políticamente. No obstante, como afirmé en la tesis III, cualquier crítica a cualquier opinión procedente del 15M es casi tabú y convierte al crítico en un estalinista frustrado al ver que la hoz y el martillo no ondea en Sol. Si algo o alguien proveniente del 15M es criticable o mete la pata el mecanismo siempre es el mismo: «no representa a todo el 15M». Así es imposible construir absolutamente nada y acumular poder.


VI
El Comité Spinozista quiere «una sociedad libre de hombres y mujeres libres». Yo además quiero acabar con el hambre en el mundo. También dice no necesitar líderes, olvidando que tarde o temprano cualquier sociedad dada termina generando líderes. Una sociedad sin líderes es un oximorón. Por otra parte experiencias históricas demuestran que no hay proceso revolucionario triunfante sin líderes: URSS, Cuba, Vietnam, Venezuela, Bolivia... Incluso el Zapatismo, tan postmoderno él y que seguro que despierta la simpatía del Comité Spinozista, se dotó de líderes. El debate es interesante: cuando desde Medio Ambiente Sol se genera opinión mediante un comunicado sencillamente se construye una opinión respetable que forma parte de la lógica horizontal del 15M, cuando se critica esa opinión es que «tratamos de imponer de manera externa». A algunos se les ve el plumero y enseñan los dientes cuando ven peligrar su hegemonía dentro del movimiento olvidando que, el 15M lo hacemos todos, incluso yo. Porque también hemos estado en las plazas y en las manifestaciones y claro que hemos visto a gente mayor: ser repudiada y señalada por estudiantes que opinan que la bandera republicana es excluyente y no aglutina. Pero es gracias a pesados como yo y a muchos otros que no se han rendido a esa cultura amorfa y mediática que desde un principio es dominante dentro del movimiento, que la bandera republicana a fecha de hoy es una realidad normalizada en cualquier movilización del 15M. Y como eso todo. Aspiramos a todo. Quizá al Comité Spinozista le gustaría que fuéramos como Marat y el resto de iluminados que critican desde el sofá pero qué va, nos van a tener ahí siempre a pie de calle y a pie de debate. SOMOS COMUNISTAS y el 15M es una perita en dulce demasiado tentadora como para dejarla correr y que caiga en manos de los malos, el Comité Spinozista seguro que lo entiende. Ahí vamos a estar dando guerra y tirando y tensando la cuerda para llevarnos el movimiento a nuestro terreno. La diferencia es que nosotros lo reconocemos. ¿Cuando desde los liberales de DRY colocan una foto de un comercio incendiado por los disturbios en Grecia y una pacífica manifestación en Islandia y nos insta a elegir el tipo de (r)evolución que queremos, no está intentando llevarse el movimiento a su terreno ni está generando ideología en una dirección verdad? ¿Tampoco trata de imponer de manera externa verdad? Por fortuna el pueblo comienza a abrir los ojos y para disgusto y desolación de DRY, la gran mayoría de internautas votaba por Grecia. El pacifismo fundamentalista y el buenrollismo —pilares de la cultura 15M— van a ser arrollados por la gente, por eso me gusta cada vez más el 15M. Tiemblen las clases dominantes.


VII
El Comité Spizonista, pese a lo elaborado y exquisito de su retórica, desconoce profundamente la realidad sociológica de nuestro país. Parece haber leído de cerca a Guy Debord (a quién yo ahora parodio a placer con este formato) y al Comité Invisible francés —de quienes maman tanto en estilo como en forma— pero por lo visto no se han detenido a leer la obra de Pierre Bourdieu o de los sociólogos norteamericanos Bowling y Gintis. Cuando afirmo que los estudiantes universitarios no pertenecen a mi clase social no se trata de una machada estalinista sino de un dato empírico. Bourdieu y Passeron demostraron de forma científica que en plena explosión de la universidad de masas y auge del estado del bienestar, la universidad es un mecanismo de reproducción y perpetuación de las clases sociales, que los hijos de los obreros y las clases populares se encuentran excluidos en su mayoría de la educación superior, que mediante la violencia simbólica inherente al sistema, el hijo del obrero asume su papel gregario dócilmente, que como afirmó Bourdieu tan solo se trata de «la elección de los elegidos» Recomiendo al respecto sendas lecturas: Bourdieu, P. & Passeron, J.C. (2004) Los herederos. Los Estudiantes y la culturaBuenos Aires: Siglo XXI y Bowles, S. & Gintis, H. (1984) La instrucción escolar en la América capitalista. Buenos Aires: Siglo XXI. (Puedo afirmar con seguridad que ninguno de los autores es admirador declarado de Stalin y el Imperio del mal). 
Para reafirmar esta tesis acudo a Vicenç Navarro y su El subdesarrollo social de España en el que observamos que, si en la Francia de los sesenta la universidad era un pilar fundamental del estatus quo clasista, la España heredada de la Transición es verdaderamente terrorífica. Los datos actuales no invitan al optimismo: El fracaso escolar afecta en España al 14 por ciento de los estudiantes de Primaria y al 32 por ciento de los de Secundaria, lo cual indica objetivamente que la gran mayoría de jóvenes españoles no son universitarios. Aquellos que concluyen sus estudios superiores pertenecen generalmente a la clase media-alta, los datos son irrefutables. Quizá el Comité Spizonista piensa que el 50% de paro juvenil (60% en algunas zonas) responde a universitarios en paro, en absoluto. El grueso de ese drama lo constituyen toda esa masa de jóvenes que abandonaron sus estudios (y que suponemos que sólo por casualidad pertenecen al más bajo extracto social) para trabajar en la construcción y que con la explosión de la burbuja inmobiliaria se amontonan en los parques y en las colas del INEM. Quizá el Comité Spizonista no termina de asumir que el 15M no ha conectado ni con el mundo del trabajo ni con los jóvenes desempleados no universitarios, y por ello y mientras no se produzca esa conexión, está abocado al más estricto de los fracasos. En eso seguimos trabajando algunos. Por todo ello es un dato objetivo que en nuestro país las masas de universitarios están compuestas principalmente por la clase alta y media —medio rica, medio pobre, medio culta; medias tintas— por ende no pertenecen a mi clase social, el proletariado.


VIII
No sufra el Comité Spinozista, tengo ojos en la cara y dada la brutal ofensiva del capital, urge una alianza interclasista que aglutine y acumule fuerzas, pero que nadie dude por un segundo, llegado el momento nos desharemos de todo lastre burgués y los que hoy son aliados, mañana podrían comparecer ante la justicia popular.


IX
El Comité Spinozista no sólo desconoce la realidad sociológica de nuestro país y la naturaleza de sus clases sino que además yerra el tiro notablemente cuando aborda el mundo del trabajo y su sociología. Afirma sin sonrojo que «No queremos que ningún trabajador tenga que jugarse la vida en una mina para el beneficio privado». El mundo sería maravilloso si no existieran trabajos en los que la integridad física de los trabajadores corriera peligro, pero el mundo no es maravilloso. Por el mismo motivo suponemos que tampoco quiere que ningún encofrador se juegue la vida construyendo una finca o que ningún instalador de gas (oficio que desarrollé durante seis años) se cuelgue a 14 pisos de altura con un arnés para colocar la bajante en la fachada y que el resto de ciudadanos dispongan de agua caliente y calefacción. El Comité Spinozista desconoce que siempre existirán trabajos en los que el trabajador se juegue la vida, sea en beneficio privado o en beneficio colectivo. Para construir una casa siempre hará falta un andamio y subirse a un andamio SIEMPRE pone en juego la vida del trabajador. Por muy exhaustivas que sean las medidas de seguridad, el fallo humano es una variable permanente. Lo mismo podríamos decir de electricistas, fontaneros, estibadores, mozos de almacén, de cadena de montaje, fábricas automovilísticas, etc. En realidad esta postura remite a ese antilaborismo pueril e insostenible que sólo conduce a paradojas sublimes. Insisto en que el Comité Spizonista ha leído de cerca a los situacionistas y cae en las mismas contradicciones peregrinas e históricamente insuperables: son capaces de hacer una pintada que rece ¡Abajo el trabajo! y en la pared de enfrente pintar ¡Poder obrero!


X
Todo ello nos conduce a sospechar que el Comité Spinozista proviene exclusivamente del mundo académico. Además de la mención directa a Spinoza, el uso reiterado de conceptos como «multitud» y «autonomía» me invitan a pensar que ha leído de cerca la obra de Antonio Negri y que por tanto, abraza una serie de postulados concretos censurados y refutados en su momento por Atilio Borón, Terry Eagleton, Peter Mertens o Slavoj Zizek, así como la totalidad de los partidos comunistas (de eurocomunistas a marxistas-leninistas armados) de todos los continentes. Es cierto que cosechó muy buenas críticas en medios como el New York Times (sic). Desconozco si el Comité Spizonista se pronuncia a favor de la constitución  europea neoliberal como el citado teórico italiano autonomista.


XI
Ahora sólo se trata de atacar cabos. 
La irrupción de los mineros resulta incómoda para cierto sector de la izquierda. La irrupción de los mineros y sus métodos ha hecho aflorar una serie de contradicciones que se encontraban latentes en el seno del 15M, especialmente las vinculadas a las formas y modos de lucha, una irrupción que ha abierto un interesante debate (aunque a algunos que se debatan ciertas cosas les incomode por muy horizontales y antiautoritarios que se autoproclamen). Esa entrada en escena del fuego cuestiona los postulados teóricos de la izquierda sofisticada y tira por la borda años de investigación en la universidad destinados a demostrar que la clase obrera había desaparecido, que la realidad está dominada por el precariado intelectual, que el capitalismo es inmaterial y por tanto simbólico y no productivo, que los malditos obreros de mono azul deben desaparecer de una vez porque entorpecen el ascenso de los nuevos sujetos emergentes ya que el postfordismo no termina de consolidarse por eso mismo, porque el fordismo no termina de desaparecer. Lo que no asume la izquierda postmoderna es que el fordismo, pese haberse reducido en las últimas décadas gracias a la deslocalización, es imposible que se reduzca más, al menos si la civilización se mantiene como hasta ahora: mientras existan puertos (y para que lleguen los productos fabricados en la periferia serán necesarios) existirán estibadores, y mientras existan esos contenedores existirán almacenes y por tanto polígonos industriales, mozos de almacén y camioneros que distribuyan esos productos. Mientras existan casas, existirán fontaneros, albañiles, encofradores, instaladores de aire acondicionado, pintores, etc.  Supongo que el Comité Spizonista, pese a ser ecologista, no abogará por un retorno a las cuevas. Y por ello mientras existan coches y carreteras, existirán también operarios que construyan autopistas y las asfalten. Y al existir coches y camiones existirán también talleres mecánicos que los arreglen y podríamos continuar hasta el infinito. El prototipo de trabajador precario encumbrado hasta el extremo por la izquierda autonomista es minoritario en nuestro país y sólo se encuentra en dos sectores: la academia y las nuevas tecnologías. ¿O sea atreverá a decir el Comité Spinozista que un camarero, una mujer de la limpieza o un teleoperador no son clase obrera y pertenecen a los nuevos sujetos emergentes? Mi abuela con 12 años, antes de que naciera Negri,  ya limpiaba los suelos del señorito en unas condiciones de precariedad que no aparecen ni en las pesadillas más terribles de los becarios de la Pompeu Fabra o el campus de Somosaguas. 


XII
Este desconocimiento del mundo del trabajo explica que, en un arrebato de frivolidad e infantilismo, el Comité Spinozista afirme que «tirar cohetes que suenen como bombas y hacer una barricada para pegarnos con los maderos no es válido ni siquiera ya para conflictos fordistas». El discurso ya no es ni posthistórico, es completamente ahistórico y desconoce los métodos mediante los cuales la clase obrera ha conseguido las migajas laborales que su mitificado precariado intelectual carece, la cuestión es por qué carece de ellas. Si echara un vistazo a la Historia reciente en lugar de hablar de «prehistoria» igual lo entendería. El día en que los estibadores, fontaneros o albañiles reivindiquen sus derechos levantando las manitas al aire con una nariz de payaso, ese día la vida no merecerá ser vivida. Lamento comunicar al Comité Spinozista que ese día no va a llegar nunca.



XIII
Lo que nos conduce a la metodología. Obviamente utilizar métodos radicales no implica objetivos radicales, uno puede quemar contenedores y enfrentarse a la policía con el objetivo de tener una jubilación digna y una paga para poder pasar en Benidorm todos los veranos con la parienta, tener un todo-terreno y poder cenar fuera tres fines de semana al mes. Otro puede regalar flores a la policía y abogar por una transformación radical y completa de la sociedad. Pero en este caso los fines, los objetivos no son relevantes, lo capital es qué métodos, qué medios sirven para la consecución de los fines, cualesquiera que estos sean. Tampoco vale el cobarde argumento que se refugia tras las faldas de la realidad laboral de los implicados y nos dice que, como un minero o un estibador está acostumbrado a manejar tornos, martillos hidráulicos y maquinaria pesada, puede enfrentarse con mayor facilidad a las fuerzas de orden público y nosotros, con nuestras manos impolutas y libres de cayos, somos incapaces de tirar un tornillo. Grecia ha demostrado que un estudiante, un informático o un teleoperador, puede enfrentarse a la policía como el que más, no es cuestión de realidad laboral, sino de conciencia de clase, ese concepto tan desfasado para algunos. De la misma forma que jamás un estado ha salido de una crisis privatizando y recortando en lo público (cito a Íñigo Errejón en La Tuerka), jamás una transformación social emancipatoria se ha producido de forma pacífica y sin un alto coste humano. No hace falta remontarse a Robespierre y la Revolución Francesa o a Lenin y los bolcheviques ya que, los recientes procesos emancipatorios latinoamericanos son hijos de un punto de inflexión violento: la Revolución Bolivariana es hija del caracazo y de un golpe de estado fascista que la consolidó y la Bolivia de Evo morales es fruto de la guerra del agua en Cochabamba. Curiosamente, conforme ese punto de inflexión violento se va disipando, el tono del proceso se va volviendo más y más amarillo y despertando menos simpatías en la izquierda transformadora del resto del mundo. Hasta así encontrarnos con el Ecuador de Correa, la Argentina de Kisner, el Uruguay de Mújica... por no hablar del Brasil pago la deuda de Lula. ¿Será casualidad? 


XIV
Afirmar que existe un carnaval de identidades y que por ello la clase obrera no se reconoce en el espejo (negar su existencia es un absurdo) resulta una explicación mucho más atractiva, mucho más académica, mucho más erudita y sofisticada que sentenciar que la clase obrera se encuentra despistada por culpa de la traición de unas cúpulas sindicales vendidas al poder y una izquierda parlamentaria (y académica para qué negarlo) cómoda en su papel de gestora del sistema. La academia siempre ha tendido a buscar la explicación más retorcida y elaborada, es completamente lógico por otra parte dada su naturaleza, pero elaboración no implica certeza. Algunos olvidan que las clases populares necesitan respuestas, no elaborados discursos ininteligibles que aprueban tesis doctorales pero de nada sirven a pie de calle. El drama de nuestro tiempo y del marxismo Occidental es precisamente eso, que el marxismo abandonó la calle, el sindicato, y el partido  para recostarse en el sillón de la academia. Las consecuencias saltan a la vista: abrazo de la teoría cultural y el mundo de la estética y abandono del discurso económico y macroeconómico. Por cada economista marxista tenemos 1.000 politólogos marxistas, 1.000 filósofos marxistas, 1.000 sociólogos marxistas, 1.000 comunicólogos marxistas, 1.000 teóricos de la cultura marxistas, 1.000 antropólogos marxistas, 1.000 filmólogos marxistas, 1.000 semióticos marxistas, 1.000 lingüistas marxistas y hasta tenemos seguro  algún catador de vinos que clasifica las viñas en base a las teorías del filósofo alemán. En Grecia el marxismo retorna al redil del que nunca debió escapar: la calle, el partido, el sindicato y en última instancia, el parlamento. Suponemos que como marxistas, el Comité Spinozista no pensará que en Islandia se ha producido una revolución.


XV
El Comité Spizonista también es muy varonil (o al menos lo intenta), cuando afirma de forma categórica que «Somos el 99%. Somos la multitud. Somos el proletariado. Somos el nuevo proletariado. Y no consentiremos que alguien lo niegue». Yo lo he negado a lo largo de todas las tesis, espero que no atenten contra mí en un arrebato de virilidad, aunque casi lo preferiría a un grito mudo o a una cacerolada. El 99% es un concepto interclasista (científica, cualitativa y empíricamente interclasista) diseñado a las puertas de WallStreet por los indignados norteamericanos, los mismos que, al igual que sus homólogos españoles, se encuentran completamente desligados del mundo del trabajo y por ende de la clase trabajadora norteamericana, de raíz conservadora. Si bien en EE.UU podría ser un concepto aglutinante, es completamente inservible en la Europa continental dada su tradición de lucha: en el 99% hay sitio para el pequeño empresario, para el pequeño burgués, para el miembro de la policía racista que dispara al aire en Lavapiés, para el mosso de esquadra que tortura impunemente, para el alto funcionariado, etc ¿O la clase dominante se encuentra constituida únicamente por banqueros y políticos? Pero claro, supongo que cuando el Comité Spinozista habla del 99% ¿no está generando ideología en una dirección concreta de manera externa verdad?

  
XVI
Concluyo afirmando que el Comité Spizonista ilustra su elitismo y se retrata a sí mismo absolutamente cuando habla del proletariado en tercera persona: «Tenemos mucho que aprender del proletariado». Y no podemos estar más de acuerdo, tenéis que aprender mucho del proletariado.

Nega (LCDM) 12/06/2012

11 comentarios:

  1. Muy bueno. El análisis de por qué la juventud parada, millones y millones, no se han unido al 15M para hacer estallar al país en llamas (como correspondería a un pais con más del 50% de paro en la juventud) me parece muy acertado. ¿Quién se cree eso de que dando flores con una nariz de payaso a la misma policía que te está apaleando sirve para defender nada?
    Los mineros están dando una auténtica lección de realidad y de historia a los reformistas liberales de la Asociación DRY (no confundir con el 15M), esperemos que está última vuelta de tuerca ("rescate") sirva para acabar de encender a la peña y estalle lo que tiene que estallar.
    Lo mismo acabamos viendo al presidente del gobierno huyendo en helicóptero, como ya se ha visto en alguna ocasión en sudamérica.
    Saludos.

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  2. detalle. líder no sólo es aquel que acumula el poder, sino que también es aquel que alienta a las masas. puede ser un acumulador de poder o un educador que ceda cierta libertad a la masa. puede dirigir o puede sugerir. ahí está la cuestión.

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  3. es curioso que aún haya gente que crea que el proletario no existe. el tercer mundo, y las clases bajas del primer mundo son el nuevo proletariado

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  4. El movimiento me ha negado intervenir en micrófono abierto y ha eliminado mis opiniones de medios como Twitter, personalmente no deposito esperanzas en ellos, por suerte si que puedo depositar las en la gente que participa del movimiento.

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  5. Bien dicho Nega, buena tesis!
    Estoy de acuerdo en la mayoría, menos en que no podemos funcionar sin lideres, ahí discrepo, pero bueno, respeto tu opinión, cada cual tiene su ideología.
    Sin duda el 15M tiene un gran potencial y no hay que dejar caer ese movimiento que aglutina tanta gente en las manos de los burgueses.
    Saludos de un anarquista!

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  6. Gracias por la recomendación de lectura de ambos libros.

    Y nega, no se si leerás esto, pero me pregunto por qué le confieres a Marat esa característica de pasividad, que fue el divulgador de las ideas más extremistas dentro de lo que fue la revolución francesa (y si se le critica por seguir perteneciendo a la burguesía, entonces es un mal ejemplo, pues la revolución entera fue burguesa), del mismo modo que no se puede criticar a Marx el no haber sido proletario.

    "Admira la obra, no al artista"

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  7. Para que decir nada si ya lo ha dicho todo Ricardo...

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  8. Nega, estoy de acuerdo contigo en casi todas las tesis, pero he de diferir contigo en la VIII.
    Sin entrar en valorar la razón que tienes o no para escribirles a los que has denominado "Comité Spinozista", me parece avergonzante que una persona como tú, que considero culta y letrada después de oír tu música, leer tus textos, y aprender mucho a raíz de ello (ahora mismo estoy leyendo El Arte de Amar, y he visto cien películas y leído cien libros que tú mencionaste) siga creyendo en que hay que eliminar ese lastre burgués, pero primero hay que aliarse con él. ¿No es esto el modus operandi de todo aquello a lo que criticas, y también de lo que defiendes? ¿No hizo pacto el genocida imperio yankee con la madre patria para exterminar al nazismo? ¿No entrenó el gobierno de Bush a los taliban - contra los que hoy luchan - para sacar de la zona al gigante rojo - y de hecho siguen aprovechándose de los taliban para generar miedo en la posmoderna Norteamérica y seguir perpetuando la hegemonía? Entonces, me parece una incoherencia que abogues por la realización de unos hechos que tanto criticas.
    Me gustaría también preguntarte, como seguidor y crítico tuyo - no por querer desacreditarte, sino porque creo que las cosas se refuerzan desde la autocrítica, como bien sabes y mismo hacemos con el 15M - cómo una persona como tú puede apoyar regímenes totalitarios como el estalinista, y sí, a mí también me toca las narices cuando el neoliberal de turno entra en el debate argumentando la postura estalinista, pero es una cuestión que al margen de tu suceso con el Comité Spinozista me gustaría se le diera respuesta. Ya que, me parecería una opinión bastante normal en una persona que no ha leído un libro en su vida o que pertenece a esa España profunda de cortijo y poco más, pero no concibo que una persona así siga defendiendo el exterminio – ya sea al pie de la letra o no - de sus disidentes, cuando a la vez postulas que la autocrítica es el único método para que no se perpetúe el íder – o en el caso del 15M el grupo de falsos cabecillas – en el poder.
    PD: Espero que saquéis algo nuevo pronto, ánimo y seguid así.

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  9. tu blog muy enriquecedor, los post que haz realizado bajo mi apreciación son bien amenos


    saludos cariñosos



    marcelo y anita
















































    temas de tesis de contabilidad

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